Gentrificación 101

 

Breve guía para identificar si tu barrio se está gentrificando

  • ¿Los precios de las rentas de tu colonia comenzaron a subir injustificadamente?, ¿incluso más allá del % estipulado legalmente?

  • ¿En tu barrio comenzaron a abrir negocios que antes no veías?, ¿cafeterías, colectivos de diseño, bares, etc.?

  • ¿Dejaste de ver a Doña Mari (probablemente se mudó a una casa que sí podía pagar) y ya no reconoces a tus nuevos vecinos?, ¿les cambió el color de la piel? 

  • ¿El tianguis del barrio de repente se llenó de extranjeros que no dejan de repetir “oh is so cheap” y ahora la que te vendía tus mom jeans ya no deja que le regatees?

  • ¿Sientes que la migra te va a agarrar en cualquier momento de tanto inglés  (francés, alemán, hebreo, etc.) que escuchas a tu alrededor?

  • ¿Los Airbnbs son ahora el rey de las propiedades de tu zona y ya no encuentras un lugar bueno, bonito y barato para habitar? 

Si contestaste que sí a al menos una de estas preguntas, cuidado, probablemente tu barrio está gentrificado o en proceso de estarlo.


Seguramente después del mega debate que se armó en Twitter por el famoso twit de la estadounidense Becca Sherman incitando a su compatriotas o peor aún, a todo el mundo, a hacerse un favor a sí mismos y venir a trabajar remotamente a México porque era ✨truly magical✨, no tengo ni que explicarte qué es la gentrificación y por qué nos está afectando a todos los que ganamos en pesos mexicanos.

Aún así, lo voy a hacer por si hay alguien aquí que no haya escuchado hablar de esta tragicomedia. 

Por definición, podríamos decir que la gentrificación (de la palabra inglesa gentry que significa burguesía terrateniente o gente con dinero y terrenos) es un proceso por el cual los habitantes de cierto barrio, sector, colonia, por lo general popular se ven desplazados por la llegada de personas (y a su vez comercios) de niveles socioeconómicos y poderes adquisitivos mucho más altos. 


En pocas palabras, es el blanqueamiento de un barrio y la sútil (a veces no tanto) expulsión de quienes lo habitan.


Cuando escuché este término por primera vez hace un par de años atrás, la gentrificación se sentía como una amenaza lejana, que apenas se escuchaba y se dejaba ver como pequeños destellos en barrios como Santa Tere, en el mero corazón de Guadalajara. Pero el fenómeno fue creciendo y tomando forma hasta que dejó de ser una problemática exclusiva de la capital o las metrópolis, y comenzó a ser algo cada vez más visible en otras ciudades del país. 

El mejor y más evidente ejemplo de la gentrificación es de la Ciudad de México y sus colonias, ya sea la Roma o la Condesa y la llegada de los ahora llamados nómadas digitales, personas provenientes principalmente de países de primer mundo con la posibilidad de trabajar de manera remota y que optan por países como el nuestro, con una moneda muy, pero muy devaluada, y sin posibilidad de competencia contra euros, dólares o libras, para asentarse y disfrutar de exóticas y tropicales experiencias que solo se podrían encontrar en el tercer mundo.


A pesar de que la discusión acerca de la gentrificación no es para nada reciente, estamos atravesando un momento que lo ha hecho mucho más evidente, gracias a otros factores como la pandemia, los trabajos remotos, el encarecimiento de las rentas, las pocas prestaciones laborales de las que goza nuestra generación, la burbuja inmobiliaria, las torres de departamentos fantasmas, los Airbnbs y claro, un gobierno negligente.


Ok, entendido, pero ¿realmente cómo afecta la gentrificación a los residentes originales de un lugar?

Según Luis Alberto Salinas, un investigador urbanista de la UNAM, la gentrificación sólo beneficia a los desarrolladores inmobiliarios, propietarios de comercios y al turismo. Y por el contrario la revalorización del uso del suelo sin una regulación pertinente genera en un primer lugar, el desplazamiento de los residentes originales. 

El estudio de Salinas data del 2015, y en él ya se hablaba de una posible relación directa entre la revalorización de estas colonias (entiéndase como la antesala a la gentrificación) y la segregación de residentes a la periferia de la ciudad. Y a su vez este desplazamiento puede generar otro fenómeno más, el de la acumulación por desposesión, que bajándolo al lenguaje más sencillo posible es despojar a unos para que acumulen otros. 

Otro de los impactos negativos que podrían aparecer en un proceso de gentrificación es el cambio en el estilo de vida del barrio o colonia en cuestión: más tráfico, más afluencia de gente, más ruido. Lo que para muchos podría convertir poco a poco a ese espacio en un lugar inhabitable.

Y por último, no solo el encarecimiento de la renta, si no la poca oferta de viviendas en renta de manera regular, ya que de la mano de la gentrificación viene el aumento de la llegada de turistas y a su vez la proliferación de Airbnbs.


¿Y el gobierno?, ¿qué hace o qué? y mejor dicho, ¿qué debería de estar haciendo?

La Dra. Patricia Olivera de la UNAM plantea lo siguiente, OJO AQUÍ:

“Los programas de desarrollo urbano en la Ciudad de México ocultan o minimizan que están propiciando la apropiación privada de las rentas potenciales del suelo a través de la promoción de los mejores y más altos usos del suelo, aunado a la exacerbación de consumos superfluos y la promoción de nuevos estilos de consumo para las clases medias y el desplazamiento social directo e indirecto de las clases trabajadoras residentes y productores tradicionales.” 


Tal vez podrían comenzar no haciendo lo del párrafo anterior. Y para resumir todo el deber del gobierno a una sola palabra, solo diremos: R E G U L A C I Ó N. 

¿Regular qué?, los precios de la renta, claro que sí, la situación migratoria de estos nómadas digitales que suelen entrar al país con visas de turistas y que por lo general no pagan impuestos, regular el uso de suelo, regular salarios y prestaciones, regular permisos de edificación, etc. Regular lo que sea necesario para que esto se solucione. 

(Si alguna politóloga, economista o urbanista está leyendo esto, por favor iluminanos con lo que se podría hacer al respecto en términos más puntuales y realistas.)


Hay gente que aboga por la gentrificación como un elemento clave para la recuperación de un espacio, un barrio que solía ser muy inseguro por ejemplo o que se encontraba muy deteriorado y que a raíz de la gentrificación sus condiciones y la calidad de vida de sus habitantes mejoraron. 

Pero en este caso podríamos estar hablando de otra cosa y no precisamente de la gentrificación y sus “beneficios”, nos estaríamos refiriendo más bien a una recuperación urbana

Salinas lo explica así:


“Puede haber procesos de recuperación urbana si la revitalización de un espacio mantiene y no afecta a la población residente. Ocurrió en México después de los sismos del 85; mediante un programa de renovación habitacional popular.”


¿Qué leyes están tratando de combatir las consecuencias de la gentrificación?

Actualmente se está poniendo sobre la mesa una discusión sobre la regulación de la renta, principalmente en la Ciudad de México, así como los requisitos para poder habitar una vivienda, lo cuales en muchos casos resultan absurdos, especialmente para las personas que llegan de otros estados. 

Te recomiendo seguir en twitter la cuenta de Carla Escoffié o buscar el hashtag #LeyInquilinariaYa para que te enteres de la discusión alrededor de este tema y sus respectivas propuestas.

En el post anterior sobre rentar casa en México hablamos de las iniciativas que Estados Unidos y Canadá están tomando para recuperar viviendas ofrecidas como renta vacacional, así como la regulación de las zonas donde estas plataformas pueden operar y ofrecer alquileres, algo que valdría mucho la pena hacer en nuestro país, considerando que es un destino turístico sumamente importante a nivel mundial.


Yéndonos un poco más al pasado, valdría la pena rescatar las propuestas y demandas sobre regularización que desde hace décadas se vienen planteando incluso mucho antes de que la palabra gentrificación apareciera por estos lares.

Una de ellas es esta que me encontré, la Iniciativa de Ley Inquilinaria para el Distrito Federal presentada por un diputado en 1988. Es un texto larguísimo, pero del que rescató lo siguiente para que no se me cansen leyendo: 

CAPITULO XIV

De la rentas y su incremento

  • Artículo 105. En ningún caso las rentas podrán incrementarse anualmente en más del 25% por inmuebles arrendados que no sean sujetos a contratos de interés social; los arrendamientos de interés social bajo ninguna circunstancia podrán ser aumentados en más de un 15% anual.

CONSIDERANDOS
Se establece la facultad de solicitar como garantía adicional el depósito de hasta tres meses de renta si se trata de arrendatarios que no tengan fiador o de turistas, en atención a que no debe privarse a gente menesterosa de una habitación por el solo hecho de carecer de fiador, y por otra parte, es lógico suponer que un turista carece del mismo.


Bueno y para no vernos muy centralistas, es importante mencionar que este no es un fenómeno exclusivo de la capital y que otras ciudades del país también se han visto afectadas por este mismo proceso gentrificador, claro está, con sus propias particularidades. 

Sucede en Guanajuato, en el centro histórico de Morelia, en Oaxaca por supuestísimo que sí y en ciudad fronterizas como Ensenada. Esta última afectada por su cercanía con Estados Unidos y sus visitantes, además de la constante prostitución turística del Valle de Guadalupe, la cual ha logrado que los espacios en renta dentro de la ciudad estén pensados única y exclusivamente para ese mercado. 

Y solo como ejemplo de otras leyes inquilinarias en el país, dejo esto que el Código Civil de Baja California Artículo 2359 nos dice actualmente:

  • Podrá el arrendador aumentar hasta un diez por ciento la renta anterior, siempre que demuestre que los alquileres en la zona de que se trata, han sufrido una alza después de que se celebró el contrato de arrendamiento.


Disclaimer: para terminar, es importante aclarar que no sería acertado pensar en la gentrificación como un actor único que actúa por sí solo provocando todos los desastres anteriormente mencionados, hay factores previos o subsecuentes que lo alimentan y lo llevan hasta las consecuencias que hemos venido planteando y presenciando.


🌸¿Qué otras ciudades del país se están gentrificando?, ¿qué otras leyes inquilinarias conoces? Nos encantaría conocer qué está sucediendo en tu ciudad.

🌸¿Eres propietarix de alguna vivienda en renta?, ¿cuál es tu perspectiva de esta situación?


 
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